CELEBRAR Y COMER EN CUSCO

Lina Frank nos lleva al interior de un nuevo 'spot' imperdible en la ciudad imperial.

Por Lina Frank, Fotos de Lina Frank | 16 diciembre, 2015

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El frío intenso de la ciudad de Cusco se siente al caer la noche.

Varios turistas y locales pasean por la Plaza de Armas en búsqueda de un lugar para refugiarse y comer delicioso. Mientras decidimos donde recargar energías, nos encontramos con La Bodega 138, una pizzería que empezó como un negocio familiar y que hoy en día trata a cada cliente como si estuvieran en su casa.

Nos da la bienvenida un ambiente cálido que se potencia con el olor a leña que proviene de su tradicional horno de adobe. Definitivamente llegamos al lugar que estábamos buscando. Un espacio acogedor donde provoca quedarse por horas.

Es hermoso sentir la atmósfera cusqueña dentro del local. Se pueden ver en las paredes las bases de los típicos muros Inca que adornan la ciudad y a la vez cuadros de artistas locales a la venta. Nos ofrecen unos panes al ajo calientitos para abrir el apetito. Vienen con una salsa picante y una crema de ajos que activan el paladar. Para acompañar y calentar el cuerpo, no podíamos dejar de ordenar alguna de las cervezas artesanales producidas en la región. Pedimos una Supay quinua pale ale y un chopp heladito de la Cervecería del Valle Sagrado. El primer sorbo siempre es un placer. Refrescante, a la temperatura ideal y con sabores equilibrados entre dulces y amargos. Para comer, una pizza para compartir y disfrutar con calma.

En el menú podemos ver varias mezclas singulares como la pizza con sauco y a la vez clásicas, con rodajas de tomate y albahaca fresca. Nos decidimos por hacerla mitad Norma, de berenjenas fritas, queso mozzarella y queso paria, con la otra mitad Puna, que consiste en prosciutto, poro crocante, tomate, arúgula y mozzarella. La masa es ligera con un sutil sabor ahumado que brinda la simpleza del horno cusqueño. La calidad de los ingredientes se siente en cada bocado. Para disfrutar con los ojos cerrados. Me cuenta Diego De La Barra que la idea es ofrecer un producto de fama internacional y darle un estilo diferente. Además, tienen pastas, ensaladas y una carta de vinos selectos.

Un spot imperdible en la ciudad imperial.