EL PRETEXTO PARA VERNOS

Lina Frank, de Guia Espacio Urbano, nos sumerge en la típica historia de los cafés limeños y del mundo. ¿A que no es el pretexto perfecto para conocer a alguien?

Por Lina Frank, Fotos de Lina Frank | 2 marzo, 2016

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Los cafés como los conocemos hoy, empezaron como rincones para encontrarse con los amigos, mantener conversaciones estimulantes y desconectarse de la rutina.

Comenzaron adornando las ciudades con hermosas terrazas para leer el periódico, escribir en una libreta mientras se observaba a la gente pasear o simplemente disfrutar de una taza de café humeante para activar los sentidos.

Esta filosofía de regalarnos un momento de calma es lo que David Torres Bisetti intenta rescatar desde hace algunos años en La Tostaduría Bisetti. Un paréntesis para iluminarnos impregnado de un legado familiar perfumado a café recién tostado.

La Tostaduría cuenta con distintos ambientes para todos los gustos. Una pequeña barra para recargar energías al paso, unos sillones comodísimos para trabajar por un par de horas, el laboratorio donde se experimentan con distintos granos de café y mi lugar favorito: el jardín secreto.  Un espacio al aire libre con algunas mesitas para disfrutar de un silencio delicioso. Ordenamos un espresso y un macchiato mientras David nos cuenta sobre su abuelo, Rómulo Bisetti. El pionero que inspiraría este local varias décadas después.

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Un refugio donde intelectuales y universitarios puedan encontrar libros, buena música y arte en las paredes acompañados de los mejores granos de café de origen peruano. La idea es valorar el café en cada uno de sus procesos hasta servirlo en una taza a la temperatura perfecta. 

Además, tienen a la venta su extraordinario café para disfrutarlo en casa con el método que más nos guste. Se puede llevar en grano o molido y lo simpático es que tienen diferentes blends con nombres inspirados en la literatura que van de acuerdo a sus identidades.

El blend Oliver Twist, por ejemplo, tiene un toque cítrico y curioso. El Solo Para Fumadores, tiene una fragancia más intensa con un aroma particular a tabaco y Macondo tiene una mezcla de sabores más dulces.

 

Esta cafetería es un tesoro por donde se la vea. El equipo tiene una sensibilidad particular por enseñar de qué región provienen los granos, qué tipo de tostado es, cuáles son los sabores que predominan en sus perfiles y mucho más. Entre sus mejores bebidas están los espressos, concentrados e intensos, el americano que llega a la mesa con una maravillosa capa de espuma y  mi postre favorito, la tarta de chocolate Bitter. Una delicia hecha con el talento de Hanna, una muchacha estadounidense que se especializa en todos los dulces y quiches de La Tostaduría y su cafetería hermana, Arabica Espresso Bar.

Estáte atento, que de vez en cuando proponen encuentros con expertos y ciclos de cine hermosos que llenan de vida el local. Excelente café orgánico y un espacio que fomente la cultura.

¿Para qué mas?

¿Dónde? Av. Pedro de Osma #116, Barranco