Ya llega el verano y todas estamos listas para renovar nuestros closets con bikinis y ropas de baño de la nueva temporada, sin embargo así como es cool estar a la moda y tener los último modelos, también es importante saber un poco de la historia de las prendas que amamos.
Durante los años 50, el aumento de tiempo libre y el auge de resorts que se desarrollaron en la época de la post guerra, dieron inicio a una nueva clase de ropa: la ropa para la playa. Esta tuvo gran acogida tanto en Estados Unidos como en Europa pero las nuevas tendencias y los estilos más chic del momento, nacían en la Riviera Francesa donde la Unión de Creadores de la Moda de la Costa Azul organizaban desfiles de moda anualmente en St. Tropez. Fue aquí donde, en 1947, se presentó el ahora adorado bikini, que recibió su nombre gracias al atolón donde se hicieron las primeras pruebas nucleares, Bikini Lagoon en las Islas Marshall.
La reacción fue explosiva. Sin embargo, las mujeres no eran tan atrevidas como hoy en día y continuaron usando ropas de baño durante los próximos 10 años. Un atuendo mucho más de moda en esa época fue el bloomer swimsuit que consistía en ropas de baño con falditas o shorts bombachos, que siempre hacían juego con las toallas. Además, los estampados en las mallas fueron promovidos por EMILIO PUCCI, quien comenzó diseñándolos para la marca Rose Marie Reid y quien luego abrió su boutique Emilio of Capri.
Algo interesante es que la película “To catch a thief” dirigida por Alfred Hitchcock y protagonizada por Grace Kelly y Cary Grant en 1954 fue filmada en el sur de Francia y ganó un Oscar por mejor atuendo gracias a las ropas de baño diseñadas por Edith Head. (Dato curioso: fue en la premiación de esta película, en 1955, que Kelly conoció a su futuro esporo el Príncipe Rainiero de Mónaco – ¡gracias ropa de baño!).
