“Cuando llegamos a Nueva York, el tiempo sólo nos golpeó en la cara”, dijo el diseñador Lubov Azria en Backstage.
¿Su solución? Capas, capas, capas. “Originalmente, un look era un cuello de tortuga, un vestido y una bolsa. Posteriormente, se convirtió en un cuello alto, un vestido, una pieza de cuello, un abrigo, y una bota encima de la rodilla. Asimismo, TRESemmé, auspiciador oficial de la Semana de la Moda de Nueva York se encargó tener a las modelos con los mejores looks de la noche.
Puede que haya habido un esfuerzo concertado para ir calentando motores, pero Max y Lubov no pueden dejar su amada California. Impulsada por el trabajo hecho a mano y pedrería que vieron en un viaje a las aldeas que salpican a la costa del Mar Báltico, los Azrias jugaron lo relajado-bohemio, una vez más con la túnica y poncho formas que cayeron lejos del cuerpo.
Hubo muchos encajes de detalles, algunos adornos -incluyendo verdaderamente únicas piezas de piel de oveja cortado con láser que se aplican a un abrigo camel en un patrón de celosía y una buena cantidad de patchwork.
