En plena semana francesa de Haute Couture, solo a Paris se le ocurre transformarse en el casino oficial de CHANEL.
Rita Ora, Isabelle Huppert, Julia Moore, Lily Rose Depp, Kristen Stewart, entre otras invitadas; fueron las privilegiadas que entre máquinas, dados, damas y cartas -todas decoradas con la insignia CC, jugaban mientras las piezas de couture se paseaban entre ellas.
Una vez más, Karl hace de las escenas más corrientes y cotidianas del día a día, un espacio mágico en donde parece que no corre el tiempo. Desde galerías de arte, café, bibliotecas hasta super mercados,y manifestaciones callejeras; Lagerfeld sabe cómo hacer show. Esta vez el casino va acompañado por 67 looks de Alta Costura.
Mientras el juego continúa y las apuestas aumentan en la mesa, las modelos se pasean con una estética marcada: corte Bob, pómulos rojos y cejas definidas.
Hablemos sobre contornos: no faltaron y estuvieron presentes en chaquetas con formas casi cuadradas. Piezas geométricas, se acompañaron por cortas faldas, delicados y flotantes encajes, gasas y brillo espolvoreado sobre las prendas. Una serie de siluetas básicas y lineales de los años 20, se trasforman en looks con espíritu contemporáneo.
El clásico cuadrille, se presenta en un mesh tupido y translucido que dan un aspecto tech, y el clásico tweed se presenta en blanco sobre blanco, y en tonos cálidos y fríos.
Couture no es couture sin el arte manual. Esta vez la pedrería parecía esparcirse desde los hombros de las modelos. Capas sobre capas de tull se conglomeran para crear volúmenes en las mangas y en el cuerpo. No perdimos de vista el abrigo con rosas negras y palo rosa que parecían casi reales.
¿El traje final? Nada menos que Kendall Jenner llevando el traje de novia, toda de blanco, en sastre de blazer y pantalón, acompañado por un prendedor de camelia blanca y muchos pero muchos metros de tull blanco. ¿Alguien puede soñar con más?
