Si has pensado que ya tienes cubierta toda tu ruta de aventura, empieza a hacer una pausa y leer la última novedad de Natura Vive, que no tuvo mejor idea que incrustar cápsulas habitables en los cerros del Valle Sagrado del Cusco.
La experiencia se describe perfecto en palabras de Rebecca OConnell:
“Cada cápsula está hecha de aluminio aeroespacial y resistente a la intemperie de policarbonato. Cada capsula ofrece un baño y zona de comedor-dormitorio. Luces solares iluminan los cuartos de dormir por la noche. Hay seis ventanas y cuatro conductos de ventilación para asegurar los huéspedes pueden respirar con facilidad. Si puedes soportar las alturas de vértigo, las cápsulas son realmente una hermosa y única oportunidad. Es difícil tener una mejor vista del paisaje sin tener un par de alas.”
Esta novedad nos hace recordar la película La Máquina del Tiempo, cuando la visión del protagonista radica en viviendas apegadas a lo natural, en medoo de un pacto con su propio ecosistema.
¿Será este un primer (y seguro lejano) avisoramiento de lo que en una décadas podría pasar? De ser así, estamos seguros que vale tomar la experiencia de primera mano.
