La semana pasada, Acne Studios presentó su campaña publicitaria para la línea femenina FW15. ¿Cuál fue la top model elegida? Ninguna. El protagonista fue Frasse Johanssen, el hijo de 11 años del fundador de la marca sueca, Jonny Johanssen.
Después del desconcierto inicial que, obviamente, surge cuando esperas ver a Karlie Kloss y aparece Frasse, entendemos que no es un camino muy extraño el que ha tomado el creativo.
El diseño escandinavo, desde interiores e industrial hasta moda, tiene un concepto de pensamiento avanzado, minimalista y exacto en los elementos que usa –nada falta y nada sobra. Todo existe con un propósito y, en este caso, el propósito de Frasse Johanssen es representar, según la descripción de Jonny, una nueva raza que está formada por jóvenes con la mente abierta. “He visto la actitud de esta nueva generación hacia la moda, dónde el corte, la forma y el carácter de la prenda son algo crucial, más, incluso, que buscar la aprobación de la sociedad o de seguir las normas establecidas”, dijo el diseñador. Desobediente por naturaleza, esta generación construye nuevas formas mientras difumina límites. Por eso, el look andrógino es predominante e, inclusive, como prefacio a esta campaña, lo vimos en la colección masculina SS16 de Acne Studios –no solo en formas, sino en frases como “radical feminist”.
Nos queda muy claro el pensamiento al que se refiere Johanssen luego de escuchar las declaraciones de su hijo: “A mí no me importa si es ropa de ‘mujer’ o de ‘hombre’, realmente no siento que hay una diferencia. Estuvo muy bien. No hubo problemas [en la sesión]. Pero caminar en tacos fue duro, te duelen los pies. Jugar fútbol me gusta más pero fue muy divertido hacer esto. Y pude pasar tiempo con mi papá.”
Por otro lado, el diseñador quiere hacer referencia al descubrimiento. A la oportunidad que uno tiene cuando es niño, de hacer cosas por primera vez, sin preconceptos. A experimentar para conocer libremente y en base a la experiencia propia.
De esta forma, en las imágenes finales, tomadas por Viviane Sassen, casi no se ve la cara de Frasse. El foco está totalmente apuntado a las prendas, que lucen impresionantes. Una campaña divertida, traviesa y principalmente preciosa.