Backstage de Jeremy Scott Verano 2016. Nueva York Fashion Week
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Hay un montón de arena en los bolsillos de mi pantalón, dentro de mis zapatos, también dentro de mi boca y sobre mi pelo. Estoy tumbada boca abajo y la neblina me impide reconocer el lugar donde estoy varada.
La tormenta de anoche me quitó el barco que llevo navegando desde hace una década. Podría decir que estoy triste y desorientada. Podría decir que se han llevado la mitad de mi vida y lamentar la pérdida sin embargo creo que podría haber sido peor y hoy no podría estar sintiendo todo lo que siento.
No me quiero mover de aquí, me siento conectado con la tierra, las palmas de mis manos acarician suavemente la arena mojada de la orilla y mis pies coquetean con la espuma del mar, siento la inmensidad del mundo y me siento como una ballena desinflada. Estoy en paz, no tengo miedo y tampoco prisas por moverme de aquí, solo mucha curiosidad de saber dónde estoy.
Hay un montón de sal en mis labios, tengo hambre y muchas ganas de empezar de cero. La tormenta de anoche se ha llevado todas mis penas y me ha despojado de todas las cosas que llevaba encima y que no me hacían falta. La neblina de cuando abrí los ojos ha desaparecido y por fin logro ver lo que Dios me ofrece a cambio de lo que yo pensaba era mi tesoro más sagrado.
Después de la tormenta.
