Existen numerosas formas de conocer Cusco y el Fallen Angel se ha convertido en sí mismo en una manera muy peculiar de hacerlo. Inició operaciones hace ya varios años pero hoy por hoy despliega no solo comida de primera, sino también un piso de 5 habitaciones de lujo llamado “The Small Luxury Guest House”. Por si resultara poco, gestiona año tras año celebraciones que hacen volar de todas partes del mundo a sus invitados y amigos, haciéndonos creer que el angel imponente del medio del patio de esta casona colonial del siglo XVII hubiera cobrado vida propia para convertirse en el mejor anfitrión.
Las fotos de esta nota obedecen al instinto primario que obliga a tomarlas luego de recorrer los pasillos llenos de arte. Las paredes de todo Fallen Angel funcionan como murales de exhibición de piezas de mucho carácter y fuerza, haciendo que el visitante sienta una sensación sobrecogedora ante tanto contenido visual.
En los techos se puede ver esculturas de angelitos flotando, haciendo alusión a porciones de un paraíso terrenal que no deja de sorprendernos desde que cruzamos por primera vez sus puertas.
El lugar se ubica en la Plazoleta Nazarenas de Cusco, solo a una cuadra empinada desde la Plaza de Armas. A sus costados están el Hotel InkaTerra y el Museo de Arte Precolombino.
Una experiencia, que no se debe perder.