DILE QUE NO

Cuando el deseo de sentirse deseado trasciende el bienestar emocional de otros.

Por Pamela Romero Wilson, Fotos de Jordi Labanda | 13 diciembre, 2015

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Partiendo de la clara premisa en la que es imposible tener reglas claras en el juego del amor, parece extraño como algunas cosas si pueden dar pistas evidentes de los Do’s y Dont’s ciertas situaciones.

Si existen riesgos en la mayoría de cosas de nuestras vidas, es siempre preferible conectarse con situaciones en las que se incurra en “riesgos calculados”. Este tipo de apuesta tiene una contraparte de beneficio evidente, y es por ello por lo que vale la pena entrar a la partida.

Ser el “rebound” de alguien es ser la persona en la que se apoya el otro emocionalmente luego de una relación buena o que aparentemente duradera. Si nos remitimos a las pruebas, todo indica que ser el “rebound” de alguien es lo peor en lo que uno se puede comprometer.

La tendencia parece enviar alertas hacia una sola dirección: aléjese de las personas que acaban de salir de una relación si quiere una.

Y de nuevo, foja cero, nada es absoluto ni determinante cuando se trata de encontrar el amor. Mientras tanto, el corazón tiene el derecho de latir en paz sin el temor de que lo vuelvan a romper. Y eso, es una salud emocional que solo depende de uno mismo.