Una de las artistas emergentes mas prometedoras de este año es, sin duda alguna, Andrea Ferrero, quien nos presenta Espacios Despellejados. Un proyecto donde la artista comunica cómo la piel funciona como un mapa de memorias y cómo, a su vez, el espacio es portador de una piel que carga con la memorabilia del tiempo.
Fragilidad, espacio y memoria, funcionan como ejes de la propuesta, donde una memoria es también afectada por la vulnerabilidad y donde un espacio forma una memoria del individuo y, al mismo tiempo, como uno forma una memoria del espacio.
Andrea, retira esta piel, esta memoria, esta forma y la transplanta a otro contexto, creando una memoria espacial de lo que era antes una construcción sólida, creando una yuxtaposición entre el espacio habitado y aquel que lo habita.
El uso de fierro y latex, dos materiales tan diferentes, en composición, forma y textura, no es arbitrario. Estos presentan los diferentes lados de un recuerdo, como puede ser estructurado e inalterable o frágil y vulnerado por el subconsciente.
El trabajo de Andrea no solo cautiva al espectador, sino también lo hace reflexionar sobre sus memorias y sobre que espacios en la arquitectura del recuerdo reconstruiría.
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