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El interminable flujo de contenidos al que estamos expuestos, hace que cada vez sea más difícil pensar en unidades de información aisladas y estáticas.
La memoria, como elemento constitutivo de la identidad, a lo largo de la vida transita por una serie de cambios determinados por experiencias y circunstancias personales.
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La curadora Carolina Black Tam nos comenta que, a modo de mapa mental, la artista Marialejandra Lozano expone un trabajo pictórico, una instalación conformada por pinturas que proceden de imágenes de distintas épocas y lugares; se trata de un archivo en el que convergen fotografías familiares, referentes artísticos y elementos culturales que constituyen su imaginario.
Cada una de las piezas que componen “La Constelación” parece poseer su propia fuerza gravitacional que, situadas según similitudes y contrastes, encuentran, entre ellas mismas, una narrativa no lineal regida por un estado de caos ordenado propio de los sistemas vivientes.
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Como un organismo, las piezas se interconectan, los significados se ramifican, mutan y expanden, creando complejidades múltiples en una misma realidad interna.
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Una realidad que es influenciada y condicionada incesantemente por la coyuntura social, cultural, política y económica que filtran los medios de comunicación. Hablamos de dimensiones en constante transformación, de alejamientos y conexiones que van emergiendo, a su vez, de otras, como las leyes mismas del universo.
La artista nos invita a recorrer un cosmos particular en el que es posible reconocer espacios comunes de reflexión. Esta es una instalación que seguirá nutriéndose con el transcurso del tiempo, adoptando nuevas formas y sentidos, abismada en su propia reinvención.
Desde el 29 de Enero hasta el 29 de Febrero, de 2 a 8 pm. en la Calle Lino Alarco 141, Miraflores.