Dentro de un sereno compartimiento, un jardín bien podado y una hermosa casa de madera acompañados por un celeste e intenso cielo, se presentó la colección de Alta Costura CHANEL Primavera-Verano 2016.
Esta vez la firma define una colección ecológica, donde los materiales reflejan el acercamiento a una naturaleza calmada.
A través de este espacio de vegetación ligero, el paseo de las modelos va sobre zapatos con plataforma de corcho. . Los tonos naturales compuestos sobre todo por el beidge, color emblemático de Gabrielle Chanel, expanden sus tonos entre ecru, marfil, arena, paloma, masilla, taupe y mocha.
Una silueta basada en volúmenes invertidos hacen de las mangas unos ovales perfectos, acompañados por faldas lápiz largas o chaquetas armarios, junto con faldas o culottes acampanados.
“El punto de partida de esta colección era la silueta“, declara Karl Lagerfeld quien propone además para la noche opciones de vestidos strapless pintados con capas de pedrería.
Un exquisito trabajo a mano en gasa, se trabajó en técnicas de pliegues como las de “tambor”, “pavo real” o “Enero”. Otro detalle puntal fueron los cinturones hechos a mano, personalizados según el tono del vestido para guardar los smartphones.
Siempre presente, apareció la novia (la argentina Mica Arganaraz) en este espacio de naturaleza reencontrada, emergió con un vestido de honor de encaje geométrico bordado y relleno con ráfagas de gasa, cuero, virutas de madera, perlas y diamantes de imitación, abrigada por una caliente chaqueta con capucha de la misma técnica.
