Nos deleitamos de una nueva colección CHANEL.
Después del último desfile con una atmósfera zen y una instalación de madera con jardines, Lagerfeld planteó para esta temporada una distribución para el desfile en donde todos los invitados estén en las primeras filas.
“Las personas se quejan de no poder ver la ropa porque están demasiado lejos, esta temporada todos estarán en front row”—Lagerfeld.
Así, esta mañana el desfile ready to wear arrancó en un ambiente blanco con paredes de espejo y varias filas de sillas blancas con bordes dorados.
Esta colección retoma lo que fue, es y será eternamente simbólico en el universo CHANEL. Empezando por un sinfín de perlas conglomeradas en largas cadenas que le dan numerosas vueltas al cuello, seguido por las chaquetas clásicas con corte recto masculino, y dándole vueltas al uso del tweed el cual se presentó en distintos accesorios y en una paleta de tonos negros a grises, rosados a rojos y fucsias.
Si bien había cierto aire deportivo, acentuado por las capuchas y los abrigos acolchados, la colección respiraba femineidad: vestidos de tul, gasa y encajes con vuelo, faldas lápiz y en línea A, sombreros ovales chatos con camelias doradas a los costados, y como siempre una gran cantidad de detalles en tweed, perlas y dorados.
La clásica chaqueta de tweed se presenta en silueta de bolero, esta vez el agregado son mangas y capuchas de camiseta que en realidad son parte de la chaqueta, logrando una combinación de texturas y telas. No falto el bolsillo del tamaño necesario para guardar los celulares.
En cuanto a las botas son de boca ancha hasta debajo de la rodilla sean en cuero o en tweed, los guantes de cuero a la altura del codo con perlas en las muñecas.
Entre los invitados, Pharrel Williams no pasó desapercibido ni Willow Smith con un look negro total de Chanel. Entre otros estaban Isabelle Huppert, Anna Mouglalis, y el cantante taiwanés Jay Chou.