Jorge Eslava Calvo nació en Lima en diciembre de 1953. Estudió Sociología y Literatura en la Universidad de San Marcos, donde obtuvo los grados de Magister y Doctor en Literatura.
Realizó estudios de posgrado en Madrid y Lisboa. Su obra poética y narrativa para niños han merecido importantes distinciones. Tiene publicados numerosos libros infantiles; una novela de no ficción, Navajas en el paladar (1995); una recopilación de crónicas periodísticas, Flor de azufre (1997); dos estudios literarios, Libro del capitán.
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Lima Social Diary: ¿Cómo surgió tu vocación por la poesía?¿Cual fue tu primer acercamiento a la escritura?
Jorge Eslava: Se entiende por vocación, a un llamado misterioso que reside algún espíritu de la persona con alguna tendencia a un oficio o una disciplina artística. Entonces es posible nacer poeta, es posible que se produzca esa invitación o esa convocatoria misteriosa. Por otro lado también son importantes las condiciones en las que uno nace o crece. A menudo se dice que uno nace poeta, es posible que uno nazca poeta, con alguna tendencia hacia el trabajo del lenguaje pero también influye el contexto en el que uno crece.
En mi caso, yo provengo de un hogar de clase media con un padre que tenía una gran biblioteca y además era un gran lector. La biblioteca no solamente era un escenario decorativo.
Mi padre se dedicaba mucho a la lectura de todas las áreas sobretodo la literaria, él era político y escribía narrativa, poesía… Le gustaba compartir estas actividades con sus hijos de manera bastante autoritaria. No imponía la lectura. Nosotros teníamos que leer, incluso en periodo de vacaciones, lecturas que mi padre, felizmente con buen olfato, seleccionaba. Nos leía poemas, nos leía cuentos y nos preparaba pequeños guiones de teatro para que nosotros representáramos. Todo esto dispuso el espíritu en nosotros para aceptar de muy buen grado y disfrutar de la lectura literaria.
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Como tenía algunas características físicas que me aislaban del mundo de los juegos infantiles y la pubertad: yo era un niño gordito, silencioso, retraído…
Fui afinando gusto en particular por la poesía y también el reconocimiento de que la palabra oral resulta insuficiente para cubrir los sentimientos. Cuando quieres mucho a una persona, amas a una persona, las palabras que dices en la cotidianidad no alcanzan a expresar todo lo que sientes. Entonces recurres al papel, por lo menos así se dio el tránsito.
Entonces de chico, como ocurre con muchos chicos entre los trece y catorce años, en las páginas finales del cuaderno empiezas a anotar pensamientos, versos (incluso ajenos), partes de canciones, trocitos de poemas… y comienzas a cifrar en la escritura aquellos que concentra tu sentimiento. Yo creo que ahí nace mi práctica de la escritura poética en esos años de 3ero y 4to de secundaria acompañado de mucha lectura.
Entonces yo termino el colegio escribiendo poesía, escribiendo cartas de amor a mis enamoradas, a veces que ni se enteraban que yo estaba enamorado de ellas. Mi primera a lo largo de nueve meses le escribí cartas, nunca tuve respuesta de esas cartas.
Es probable que ella no se enterara de que era mi enamorada pero yo le expresaba todo mi amor disparatado en esas cartas sin retorno. Ahí es donde comienzo a forjas esa vocación.
Sin embargo, postulo a la universidad a una carrera totalmente alejada de la poesía, como lo es la economía. Luego, ganado por la política, estudio sociología. Y finalmente mucho más adelante a los 23 años retomo en un traslado final, después de tres traslados, a literatura.
Ahí es cuando retomo la escritura poética y empiezo concebir la posibilidad de convertirme profesionalmente en un poeta. En esos primeros años solo me interesaba la poesía por encima de cualquier otra escritura. Mi primer libro de poemas lo público de manera artesanal a los 23 años.
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LSD: ¿De dónde surge inspiración para escribir tus poemas?
JE: En esos años posadolescentes, yo concebía la poesía como amorosa. Para mí la poesía estaba íntimamente relacionado al sentimiento íntimo y existencial del amor. En ese momento no comprendía que se podía hacer poesía de carácter social.
Era casi como el personaje de la película il postino donde se establece la relación entre el mensajero y pablo Neruda, donde el mensajero cree que la única manera de enamorar era mediante la palabra poética. Yo sentía que la palabra poética era el mejor puente entre el “yo angustiado y enamorado” y el “tu inalcanzable, a veces irreal”.
El primer libro se lo dedico a Rosario, mi enamorada de entonces y actual esposa, y ella ha sido casi extraordinariamente casi toda la poesía que he escrito. También he escrito poesía social o hacia mis hijos. En general yo he entendido la poesía como la mejor posibilidad de expresar el amor a una persona, mi esposa en este caso.
Actualmente me interesa escribir todo tipo de texto desde ensayos hasta guiones. La literatura tiene muchas manifestaciones tanto en el ámbito creativo como el investigativo. Ahora me interesa casi todo, escribir con un componente estético, extraño, novedoso… Y más bien me he ido alejando de la práctica poética. Sigo siendo un lector frecuente pero hoy mis velos van por otros lados.
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LSD: ¿Has tenido algún tipo influencia en la poesía?
JE: Si claro, siempre crecemos en todas las áreas sobre la base de algún modelo o personaje inspirador. Yo he tenido amores intensos a lo largo de mi vida con algunos poetas. Voy a mencionarte cuatro que han sido los más transcendentales.
Cesar Vallejo es el más importante hasta hoy, es un poeta inagotable, nunca dejas de aprender de vallejo. Vallejo es un poeta visionario, no solo consiguió expresar sentimientos profundos, sino además hacerlo de maneras inédita. Luego me gustó mucho un poeta alejandrino, nacido en Alejandría pero se considera un poeta griego, que se llama Constantino Cavafis.
Me gustó mucho y lo leí intensamente por tiempo largo. Después, un poeta italiano suicida que se llama Cesare Pavese fue importante en mi vida. Algunos poetas italianos también me influenciaron, los llamados herméticos; y en los últimos años, un poeta norteamericano llamado Mark Strang. Ellos son los cuatro que considero iconos.
En nuestro medio, tengo el privilegio de ser amigo de los dos poetas que considero los más importantes de las últimas décadas: Carlos Lopez de Gregori y Eduardo Chirinos.
LSD: ¿Cómo educador piensas que la poesía es un área a la cual debería de dársele más énfasis en las escuelas y universidades?
JE: Estoy convencido que sí, Además estoy convencido de que la poesía está más cerca de los jóvenes e incluso de los niños de lo que se cree. En el caso de la infancia las rondas, las rimas, las jitanjaforas, los juegos de palabra e incluso lo absurdo del lenguaje están más cerca del lenguaje y de la creación poética. Yo creo que si a un niño de inicial con quien se trabaja las rimas o las rondas se continuara, estaríamos forjando espíritus mucho más sensibles.
En el caso de la pubertad y de la adolescencia, hay un arte que es muy consumido por los chicos, y es la canción popular. Si a los chicos se les educara un poco mejor el oído, si se les hiciera escuchar mejor música, si nuestras radios propalaran mejor música que la que difunde, estaríamos cerca de la poesía. Bob Dylan, John Lennon o Leonard Cohen son grandes representantes de la canción popular que están cerquísima o pisando el terreno de la poesía.
También un Kiko Veneno, Manu Chao, Ruben Vlades son compositores de música popular que componen desde la poesía. Creo que las letras de las canciones de los músicos que he mencionado se podrían leer o apreciar al margen de la música. Y pienso que en las escuelas o universidades debería de explotarse esto.
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LSD: ¿Piensas que la poesía es un arte casi extinto?
JE: Vivimos en una sociedad poco culta en términos estructurales, por lo que se considera que escribir literatura o poesía es muy fácil. Sobre todo en la poesía hay gente que cree que es muy fácil soltar versos sueltos. Existe esta idea de que una persona que sufre mucho, se desvela o tiene un intento suicida, está a un paso de ser un gran poeta. Incluso en mi taller hay gente que se considera poeta sin haber escrito un solo poema. Un poeta tiene que no solamente sufrir; sino vivir, gozar, leer… y con toda esa experiencia vital hagas algo que no se haya hecho antes.
La poesía en nuestro medio tiene poco prestigio, no es que este extinto, se cree que es fácil, que basta con escribir un par de rimitas o expresar algún sentimiento. La poesía es un trabajo muy laborioso con el lenguaje. No consigo un poeta que no tenga una enorme experiencia en el lenguaje. Probablemente de todos los géneros para quienes estamos metidos en la literatura, el de mayor dificultad y prestigio es la poesía. En ese sentido si es un género extinto, pero en la creencia popular que es fácil hacer poesía probablemente no. Facilismo que no ocurre en otras artes como el cine o el teatro sin embargo, si en la poesía.
Debajo, un poema dedicado a Lima.
El Frontón
Está sentado en una de las bancas del malecón.
La hierba se agita a sus espaldas y el viento
más intenso silba fuerte, aplaca sus pulmones
e impone aliento en el pecho de su hijo, tendido bocarriba
en las losetas, bajo el ritmo de la sangre.
Han corrido tras una pelota por el largo terraplén desierto
y cercado a un lado por desmontes. Nada dicen las piedras
ni el mar, nada estas ráfagas si los cuerpos zigzaguean,
se encrespan y golpean saludables la tierra.
Así estuvieron largo rato, palo y astilla como uno.
Despreocupados, tienen al fondo los quebrados
peñascos de una isla que alguna vez comparó con los ojos
de su mujer. Allá lejos, la llanura cubre ahora
los cuerpos, exterminados y algo se hallará bajo el humus.
Lo comenta con su hijo y, en silencio, vuelven sin mirarse.