Ramiro Llona proviene de las canteras de la difusión del expresionismo y el expresionismo abstracto. Además, es considerado más que un artista, un activista de pensamiento y crítico de las situaciones culturales y políticas su país, Perú.
El aporte de Ramiro a la pintura y arte peruano es verla como un medio de acción, ya que tiene la capacidad de construir pinturas que buscan correlacionar su mundo interior con la realidad exterior.