El chokha, vestido de guerrero georgiano, establece la premisa de un sentido masculino de militaria reflejado en una reinterpretación de la capa de piel usada como parte del uniforme medieval tradicional, en collares de llamas y adornos en abrigos y vestidos.
Vestidos y tops en macramé floral y encajes de seda con bugles y piedras evocan una idea de camuflaje, una referencia de campo de batalla cementada en una paleta de verdes caqui y militar, así como naranja quemado, negro y marino brillante. Se establece además en cuero acolchado y nylon, y en chaquetas puffa.
El romance de la firma de David Koma con la era espacial de los años 60 permanece intacto, pero es influenciado persistentemente por el folkloric, en los dobladillos de las faldas hasta el tobillo o del flair exagerado de los pantalones. La colección georgiana marca el segundo capítulo en el estudio de la educación de David Koma, tras el reflejo Romanov de la juventud de la temporada pasada en San Petersburgo.
