Así como la fabulosa manifestación de CHANEL, el desfile de IRIS VAN HERPEN, fue otro de los momentos más memorables de la semana de la moda en Paris. Su propuesta, a la que llamó “Magnetic motion” mostró desde delicadas prendas de cuero cortadas con láser, hasta piezas con aplicaciones de silicona que se parecían más a armaduras que a prendas de vestir.
Sin embargo, lo que más llamó la atención, fue el vestido completamente impreso en 3D, desfilado por una modelo con una cintura de 22 pulgadas, haciendo que el look sea todavía más impresionante. El vestido, que parecía haber sido esculpido en hielo, se creó con una impresora de la compañía 3D Systems y fue impreso en dos partes (adelante y atrás) demorando alrededor de 90 horas en terminarse.
La pieza es una verdadera obra de arte pero lamentablemente no entrará al mercado por su alto precio y poca utilidad. Sin embargo, el diseñador y ex arquitecto VAN HERPEN está trabajando con la compañía 3D Systems para realizar una línea de accesorios más comerciales.