Delicadeza, juventud, feminismo y felicidad fue lo que emitió la colección “Delirio Floral” de Ana María Guiulfo. Telas suaves y artísticas, con prints florales en colores pasteles hicieron que la primavera sea la protagonista de la noche, logrando un look de lady en todas las tenidas. Las modelos caminaron ligeras como paseando por el campo, sonrientes, sencillas, llenas de flores y al beat de un soundtrack alegre y juvenil, añadiendo frescura al tema de la primavera y contagiando la despreocupación a los presentes.
El lila, celeste, menta y palo de rosa fueron los colores más utilizados, sugiriendo sutileza y gracia, además con flores grandes y pinceladas abstractas, los estampados parecían obras de arte proyectadas en tela. Los diseños fueron muy finos, poco atrevidos en el sentido de que las faldas eran largas y los escotes poco reveladores, esto, a su vez, generó más elegancia y sobriedad en las prendas. La diseñadora realmente se lució con los tops, faldas y shorts bombachos e inspirados en los años 60 que imitaban al balloon skirt y sac dress de BALENCIAGA, en vez de ceñirse a la figura de la mujer, crearon su propia forma.
Este desfile fue realmente romántico y soñador, emitió alegría y esperanza, y reveló la audacia de Guiulfo al atreverse con diseños poco comunes para una ciudad como Lima. Esto, además, reveló la seguridad y la mirada amplia de la diseñadora que, sin duda, dejó boquiabiertos a muchos.
