Si bien Cusco vuelve a ser la inspiración de Ani Álvarez Calderón, la colección que presentó para la temporada de primavera-verano 2015 fue totalmente novedosa. La gran diseñadora, con ese talento artístico que la ha llevado hasta la cima, puede darle la vuelta a una idea mil veces y hacer maravillas.
El desfile comenzó con un chaleco largo, esplendoroso, con filas de “flecos” hechos con lentejuelas, dándole no solamente brillo sino mucho movimiento. Luego, vinieron sacos adornados por completo por estos mismo flecos bailando con el caminar de las modelos y que fueron inspirados en el saco de lana de un cusqueño. Los colores utilizados para toda la propuesta fueron el negro, blanco, rojo, amarillo, dorado y (como nunca falta en un desfile de Ani) el azul marino.
Conjuntos de faldas y sacos, adornados por completo en lentejuelas, obtenían tridimensionalidad y el juego de líneas y figuras geométricas con diferentes grosores, contribuyeron con el tema de patterns cusqueños. Asi mismo, los majestuosos bordados hechos a mano en hilo y lentejuelas doradas (y que seguramente tomaron muchísimo tiempo y dedicación en terminarse) sobre colores como beige rojo y azul marino, también se unieron a la celebración del tema cusqueño y nos recuerdan siempre la adoración que la diseñadora tiene por el arte peruano.
Los originales atuendos, acompañados de accesorios coloridos y divertidos como los tacos con diseños iguales a los de las prendas y carteras ( de Denise DeBakey) hechas con la misma gama de colores, y la increíble preocupación por los detalles hicieron que esta propuesta sea una de las más impactantes de LIFWEEK. Ani Álvarez Calderón definitivamente vuelve a ser un highlight en el show de la moda.