CUBA, IMPERMEABLE AL TIEMPO

A Cuba el paso del tiempo parece importarle poco. Si existen cosas que avanzan hacia la era moderna de modo inexorable, Cuba representa (y no porque lo quiera) un reto para el tiempo.

Por Pamela Romero Wilson, Fotos de Monocle 24 | 28 septiembre, 2015

Andrew Mueller describió a Cuba como si fuera “Corea del Norte con palmeras” y aunque muchos podrían no estar de acuerdo, lo cierto es que cuesta creer que tan bellas vistan pertenezcan a un lugar cuyo tiempo se ha parado hace ya unas décadas por asuntos de economía y política.

Sin embargo (y muy a pesar de ello), existen atractivos como sus tropicales playas, el magnífico edificio del Capitolio, la vista impresionante del Hotel Nacional o incluso los mismos autos de antaño que circulan con regularidad. Cuba mantiene esa brisa sesentera y configura cierta impermeabilidad al paso del tiempo.

Otro de sus atractivos es Floridita, también conocido como El Floridita, un bar y restaurante de la ciudad de La Habana, que se hizo mundialmente famoso gracias al escritor y periodista Ernest Hemingway, quien acostumbraba visitarlo con regularidad. Su eslogan es “La cuna del daiquirí”. Además se ha gestado una propuesta y movida de arte que impresiona a sus visitantes, haciéndolos partícipes incluso desde los muros de sus vecindarios.

Quienes han visitado este lugar quedan maravillados con lo bien que funciona como escape de ciudades aceleradas e intensas. Vale la pena empacar y no perderse ninguna vista de este paraíso.