Yo por amor deje todo y aquí estoy, entre mis murallas y mis ventanas. Por mi infancia, se lo que es la felicidad. Recuerdo una noche que vi a mis padres bailar enamorados.
Soy feliz recordando todo lo que vi. Soy fruto de una historia de barrio, de dos vecinos que se espiaban.
Mi madre siempre me inspiró y mi padre siempre me enfrento para enseñarme a ser más fuerte. De pequeña siempre vivía escabulléndome entre las piernas gruesas de mi madre. Me enamoré frente al mar y en silencio durante 5 años de un hombre que ahora es un niño. Me fui a Madrid a los 18 años y eche de menos a mi familia pero viví feliz.
Escribí mil poemas y camine todo el retiro cantando canciones de amor. He visto a hombres que son mujeres y a mujeres que parecen hombres.
He besado el amor en Portugal, he vivido historias intensas en Paris y he comprado insaciablemente en Italia.
Tengo 29 años y he creado un mar de lágrimas y un cielo de alegrías. Tengo 2 hermanas y 1 hermano, odio las matemáticas y tengo más de cien cartas de amor que nunca he enviado. Muchas veces no sé qué decir pero a veces digo tanto. Tengo sueños de niña y memorias de anciano. Me contradigo constantemente, amo el amor y le temo al mismo tiempo. Me flipan las prendas de cuero, tengo números y colores favoritos. Me gusta el azar y el agua de azahar. Me sigues gustando y no puedo evitarlo. Esta es la forma que tengo de demostrarlo. Te escribo a diario. No se tocar ni la guitarra ni el piano, creo en el destino y odio la multitud.
Yo por amor deje todo y aquí estoy, entre el mar y las montañas. Ahora, miro sola desde mi ventana.