Hay un nuevo diseño, el Hand-Made, que viene ganando adeptos desde hace pocos años. Y aunque lo artesanal siempre ha existido, hoy su resurgimiento es más que bienvenido por todos aquellos que buscan productos únicos dentro de esta inmensa cadena de producción masiva y de sobreconsumo.
De la misma manera que el Arts and Crafts llega a Inglaterra en la segunda mitad del siglo XIX en oposición al industrialismo; el handmade llega justo después de una época de globalización total en la fabricación de productos; cuando las personas empiezan a buscar piezas auténticas en vez de objetos fabricados en masa.
El diseño hecho a mano parte de los mismos principios de la artesanía tradicional; donde el autor, el proceso y los materiales son tan importantes como el producto final. Este nuevo diseño es democrático, sustentable, auto-gestionado y a veces imperfecto (lo que lo hace incluso especial).
Suele ser hecho en cantidades limitadas, ya sea por profesionales o aficionados; todos con la misma intención: crear productos con alma.
Este resurgimiento de lo artesanal llega en el mejor momento, ya que se viene difundiendo con mayor rapidez gracias a internet y a sus distintas comunidades en línea que permiten llevar piezas únicas desde los mismos talleres de los artesanos a cualquier rincón del planeta.
En muchos casos en ese intercambio entre amantes de piezas handmade y artesanos ocurren cosas maravillosas, más personas (que máquinas) son necesarias, fortaleciendo el crecimiento de la producción tradicional.
