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Caminando por San Blas, encontramos diferentes negocios detrás de hermosas puertas antiguas. El barrio bohemio de Cusco esconde varios locales inéditos que solo conocen los cusqueños. Uno de ellos es L’Atelier. Una pequeña tienda de diseño independiente con un estilo vintage que nos transporta a otra época.
Las paredes están llenas de postales y en los estantes aparecen distintos objetos antiguos para deslumbrar a sus clientes.
La artista detrás de este rincón retro es Ingrid Thieblemont, una diseñadora de joyas francesa que se enamoró perdidamente de la ciudad de los Incas. Se quedó impresionada por la energía y simpleza de la vida cusqueña, tanto así que regresó después de unos meses para establecer un pequeño negocio donde podía exponer sus joyas hechas a mano, una selección de prendas hechas con el mejor algodón peruano y accesorios de diseñadores que transmitan la misma esencia. Aprendió español rápidamente
Las instalaciones de L’Atelier, Cusco
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Los bolsos son maravillosos por su estilo elegante y parisino. Ingrid los trae especialmente de Francia para combinarlos con piezas que fabrica con materiales peruanos de altísima calidad. Las chompas son de fibra de baby alpaca con diseños contemporáneos y los abrigos tienen ese look clásico que los hace perdurar en el tiempo. Hace poco abrieron un cafecito donde se puede tomar desayuno, disfrutar de infusiones naturales y a la vez comprar algún accesorio. Una propuesta innovadora que hará que nos olvidemos por completo de comprar los típicos regalos cusqueños e invirtamos en piezas únicas.
¿Dónde?
Calle Carmen Alto 227, Cusco, Peru
¿Y el café?
Calle Atoqsaycuchi 605A, Cusco, Peru