Ubicada a cinco horas de Lima, Tarma se encuentra en la provincia del mismo nombre en el departamento de Junín, a 3050 msnm. La ciudad, bautizada por Antonio Raimondi como “la perla de los andes”, está formada por estrechas callejuelas y pintorescas casas adornadas por flores.
Todo viaje a Tarma comienza con una parada obligatoria en la Plaza de Armas. Fue en esta plaza donde, en noviembre de 1820, el General Antonio Álvarez Arenales proclamó la independencia de Tarma.
En ella, se erige la Catedral de la ciudad, construida en 1954 en el lugar donde se encontraba la antigua Iglesia Parroquial. Este templo es de estilo barroco y está ornamentado con vitrales que representan pasajes de la Biblia.
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A las afueras de Tarma encontramos el Complejo Arqueológico de Tarmatambo, Este asentamiento fue un centro administrativo durante la época de los Incas.
En él, se preservan vestigios de templos, viviendas, palacios y hasta un cementerio. Resalta el sofisticado sistema hidráulico que hasta el día de hoy sirve para irrigar los campos de la zona.
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Muy cerca de la ciudad, a sólo diez kilómetros de distancia, se encuentra Acobamba. Este pueblo es visitado por los turistas que pasan por Tarma por sus atractivos turísticos. En él se encuentra Wilcashmarca, una fortaleza pre-inca con construcciones que alcanzan los cinco metros.
Lo más llamativo de este distrito es el Santuario del Señor de Muruhuay, donde se encuentra la imagen de Cristo grabada en la pared de roca. Se cuenta que esa imagen tenía la propiedad milagrosa de curar la viruela. Cada año, más de diez mil personas acuden a este santuario.
Indudablemente, un destino a ser recomendado.
