Es el fin de una era. Uno de los estampados más plagiados de la moda dejará de existir. Louis Vuitton descontinuará los monogramas de colores, propios de la colaboración con el artista japonés Takashi Murakami.
Cuando pensamos en íconos de la última década, inevitablemente, aparece en nuestra mente, brillando casi como luces de neón, el colorido monograma de Louis Vuitton diseñado por Murakami.
El estampado ubicuo hizo su primera aparición bajo la Dirección Creativa de Marc Jacobs, en la presentación de Primavera/Verano 2003 e inmediatamente se convirtió en el favorito de las celebridades, un must-have para las fashionistas. La propuesta de Murakami no se limitó al monograma arcoiris —aunque ésta fue la de mayor acogida, también sacó colecciones de flores de cerezo y de Panda Geant.
En una época dominada por la cultura pop y sus referentes, llevar el monograma de colores era casi un básico, especialmente si lo estaban usando figuras como Paris y Nicky Hilton, Naomi Campbell, Mary-Kate y Ashley Olsen, entre varias. Tal fue la fiebre causada por esta colección multi-color, que la velocidad con las que las imitaciones invadieron el mercado y la cantidad de marcas que lo plagiaron, resultó en una masificación impresionante del producto. Estaba en todos lados. Más de una década después, llegó como una dura sorpresa el comentario que hizo una asociada de Louis Vuitton: “La colección dejará las tiendas a fin de Julio, para siempre”. WWD reportó que la colección ha sido retirada del flagship store en Nueva York, pero aún puede ser comprada en Saks.
Mientras Jacobs ocupó el cargo de Director Creativo en Louis Vuitton, supo que era innecesario inyectar a la casa con frescura y actualidad; un empujón era necesario para entrar con el éxito al Siglo XXI. De esa forma, Murakami no fue el único artista con el que trabajó. Richard Prince y Yayoi Kusama, entre varios, también presentaron sus colecciones reinventando, rediseñando o jugando con el clásico “LV” y el damiere.
No obstante, el nuevo Director Creativo de la maison, Nicholas Ghesquiere, tiene otro punto de vista. Y es de esperarse. Después de haber alborotado lo tradicional, la proposición de Ghesquiere son juegos de tamaños y proporciones de modelos clásicos. Así, sugiere que es importante volver a la raíces, a lo básico y por eso, es momento de dar fin a la etapa de colores de caramelo de Murakami.