La colección de Primavera Verano 2015 de Christian Dior es una perfecta combinación de lo minimalista y moderno con lo antiguo y señorial. Podría parecer que una mezcla de características casi antónimas es imposible de lograr, sin embargo, el maestro Raf Simons lo hace con la delicadeza que suele presentar en sus desfiles.
Las prendas han logrado transmitir el sentimiento de elegancia constante que se puede vestir y combinar a diario. Las faldas en forma de globo hechas con telas estampadas à la belle époque, cuelgan de tops con cut outs muy sencillos, contrastando ahí dos épocas en un solo momento. Además, chalecos largos parecidos a los que se usaban en el siglo 18 han sido emparejadas con shorts y enterizos, semejantes a los que hombres de la realeza usaban en la misma época, han sido adaptados al ahora añadiendo cinturones y cierres metálicos. “Se sentía más moderno ir hacia el pasado más lejano, no quedarse en ese estilo “modernizado” de la época pasada”, declaró el diseñador.
Los pasteles predominaron en este desfile, sin tomar en cuenta los coats de cuero y las medias de terciopelo que imitaban botas y botines, que si bien no entran dentro de la clasificación “atuendo de verano”, de todas maneras logran un look más cool que cualquier desearía proyectar.