Diego López de la Fuente presentó una colección inspirada en la juventud de Lima durante los 80. Trabajo junto a sastres limeños y artesanos de Huancavelica en fibras de alpaca para realizar pantalones estilo bombacho y chalecos perfectos para el invierno.
La colección comenzó como una exploración de la movida under de Lima en los años ochenta. La música, para estos días, significaba un soporte para el mensaje unificador de una generación que buscaba ser escuchada y comprendida.