Jorge Luis Salinas sorprendió al público con su propuesta para el LIFWEEK de esta temporada. Si bien su colección no podría ser realmente usada para la temporada de primavera-verano 2015 por más de una razón, los presentes en la sala igual quedaron maravillados con lo que se vio en la pasarela.
Una colección de vestidos de novia hechos completamente en papel. Sí, papel. Cortados con laser imitando encajes, aplicaciones y hasta plumas, el papel parecía no estar presente pero fue, en realidad el único componente (aparte de las perlas que añadió con pura perfección). Esta clase de diseño y mano de obra revela la dedicación que tiene el diseñador, la sutileza y pulcritud. La inmersión en el detalle, puliendo hasta el último recorte para que la obra de arte quede completa. Las curvas de papel engañaban al ojo, queriendo hacerse pasar por telas y el juego de volúmenes y la tridimensionalidad fue mucho más allá del arte del origami. La fuente de inspiración para este proyecto fue la boda de 50 años de sus padres, el quiso rehacer el vestido con el que su madre se casó la primera vez y con esa idea decide crear una colección en forma de maqueta. Este paso tan atrevido y riesgoso demuestra las ganas del diseñador por ser diferente, aguerrido y pionero. ¿No fue súper aclamado el vestido del reconocidísimo modista holandés IRIS VAN HERPEN impreso en 3d en un material de plástico? Que no se pueda usar no significa que no es una verdadero obra de arte, lo mismo va para la colección de Jorge Luis Salinas, verdadero maestro.