El setting fue preciso para la ocasión: un invernadero súper chic, debajo del domo del Gran Palais, dio vida los nuevos brotes de la temporada: la nueva colección para la temporada Primavera-Verano 2015 de CHANEL HAUTE COUTURE. Al igual que al inicio de la época primaveral, la pasarela se llenó de tonos rosados, naranjas, rojos, azules eléctricos, amarillos, verdes, negros y blancos – una paleta de color llena de vida, un campo plasmado de flores en su mejor expresión. Las siluetas, esta vez curvas y románticas, bailaron como pétalos en el viento una tras otra.
La colección incluyó un poco de todo. Las casacas fueron cortas, dejando ver piel y cinturas, que cuando fueron cubiertas, no estuvieron marcadas. Las faldas largas (debajo de las rodillas o hasta los tobillos) y tridimensionales – gracias a las aplicaciones y materiales que generaron volúmenes, formas y sensaciones. Los accesorios: sombreros anchos y misteriosos, gasas que generaron sensualidad, artículos de jardinería y ankle boots o zapatos de cuero.
La propuesta de Karl Lagerfeld también incluyó las clásicas casacas de tweed pero con mangas 3/4, hombros más redondeados y con los cuellos más anchos – fueron usados con vestidos y faldas. Para el día a día, las aplicaciones fueron flores o formas tridimensionales generadas por gasas y mezcla de materiales que daban la sensación de tener el rosedal de Palermo al frente, ganas de tocarlos no faltaron. Para eventos de noche, las flores estuvieron hechas de tul, cuero y organza con mostacillas en faldas y abrigos brillantes.
En conclusión, además de ser súper romántica, soñadora, elegantísima y especial, esta propuesta además fue súper contemporánea (crop tops for everyone) y chic. Con esta temporada, CHANEL HAUTE COUTURE reinventó el ritual del inicio de la primavera.
