Inocencia y cliché inspirados en los 30s; la nueva colección ready to wear de Tommy Hilfiger presento entre hombros altos, faldas bajo las rodillas, cinturas altas y decenas de detalles enredándose junto a gasas, sedas y terciopelos.
Siempre náutico, y sin perder ese toque naive; La firma Hilfiger apostó por un look nostálgico en donde las chaquetas con prendedores en forma de anclas nos hacen recordar a los almirantes de las flotas marinas. Las simbólicas rayas estuvieron presentes tanto en horizontal como en vertical. El terciopelo estuvo acompañado por motivos de nudos náuticos, y una onda de dorados añejos acompaño al azul que predominaba en la colección. Las sedas estampadas se presentaron en cortes de sastre para pijamas callejeras, y las trasparencias en gasa se presentaron en faldas, blusas y vestidos.
Dentro de un ambiente oscuro, casi negro, se construyó un bote de madera llamado el Hilfiger Line por donde las modelos caminaron resplandecidas por una sutil luz azulina. Un falso cielo estrellado se ocupó de hacer más cálido el romanticismo propio de la colección.
Nada menos que la super modelo Gigi Hadid abrió la colección con un vestido de gasa con aplique de cintas horizontales que bajaban en un degrade de tamaños y el escote en V se cubrió en parte con un pañuelo anudado en el cuello de la misma tela del vestido. Y como broche de cierre, la misma Gigi cerró también la presentación con un vestido de lentejuelas doradas con motivos de líneas azules bordadas.