El término exclusividad cobra un significado nuevo en las manos de Hedi Slimane. ¿Cómo? Ser rico es el único requisito explícito para poder acceder a la nueva línea Couture de Saint Laurent, porque, definitivamente es tan solo el primero entre otros no definidos… Es decir, no podemos listarlos, pues, dependen únicamente del juicio arbitrario de Slimane: él y nadie más, tiene la potestad de seleccionar a los que podrán comprar la artesanal colección.
¿Los detalles? Agua Cielo los presenta completos
La última vez que la casa YSL presentó una colección en la pasarela Couture, fue en 2002, creada por el propio Yves Saint Laurent y como ya sabemos que Slimane no es de hacer las cosas en pequeña escala, este “regreso” a Couture es todo menos simple.
Desde el 2012, el diseñador viene trabajando en su ambicioso proyecto que empezó con la restauración y decoración de una mansión del Siglo XVII —llamada Hôtel de Sénecterre que será la base de sus ateliers, y renobrando la marca a Saint Laurent Paris. Todo parece que indicar que estaba preparándose para este momento.
De tal forma, en el Hôtel de Sénecterre, dónde se producirá la colección, el espacio será dividido en tres categorías: Salon Couture, Atelier Flou (para armar los vestidos) y Atelier Tailleur (para sastería) y las piezas se venderán bajo la etiqueta —de seda color marfil y cosida a mano “Yves Saint Laurent”.
No está claro si Slimane tiene planeado presentar la colección en el calendario oficial de Couture, pero asociados han comentado que entre las piezas, podemos esperar prendas de mujer, de hombre, smokings, vestidos de gala, ropa de día y de noche. El caso es que cada una de ellas será numerada y registrada en el libro dorado de la maison y no se aceptarán pedidos, está es una colección solo para “amigos de la casa” y Hedi Slimane decidirá cuáles trabajar, uno por uno. A diferencia de una colección couture, ésta es incluso más exclusiva.
¿Qué percepción generará este anuncio? En la búsqueda más humana y ambivalente, el camino que recorremos hacia la construcción de nuestra identidad tiene una constante: queremos diferenciarnos a la misma vez que queremos pertenecer. Entonces, ¿enfurecerá al público la “dictaura Slimane” o hará del producto un bien ansiado por muchos? Probablemente, la segunda. Y otros diseñadores no tardarán en seguir sus pasos, después de todo, Hedi Slimane, el enfant terrible de la moda, es de lo más cool en la industria.
Para la campaña publicitaria, la locación fue el Hôtel de Sénecterre, ubicado en Rue De L’Université y la fotografía estuvo a cargo del diseñador. Su esencia de rockstar tiene una capacidad impresionante de impregnar su trabajo y las imágenes logradas en esta ocasión tienen esa cualidad fabulosa de chic rebelde que nos hace adorar YSL.
