Este martes 2 de octubre de 2018, CHANEL transformó el Grand Palais en una playa de ensueño. Un entorno poético completo de arena, cielo azul y mar…
Los colores son luminosos: amarillo sol, dorado arena, beige, rosa, azul, menta y blanco nacarado con azul marino y negro. Un estampado de sombrilla impresa en chiffon, plumetis multicolores esparcidos sobre tweed y bordados de arena y conchas marinas: el ambiente es alegre.
El look se define por una elegancia sofisticada con una variedad de telas desde el tweed hasta el chiffon a través de crepé, encaje, sarga de algodón, mezclilla, cuero y popelín. El traje adquiere nuevos volúmenes: las chaquetas tienen hombros anchos y mangas acampanadas que responden a las faldas con aperturas por los costados sobre minifaldas, o pantalones extra grandes con cremallera abiertas.
Los jumpsuits con bastas XL contrastan marcadamente con los atuendos de chaquetas cortas y mini
vestidos de tweed. Las chaquetas para hombres se combinan con patalones cortos de ciclismo. Los
jeans van con cardigans o trajes de baño con un hombro asimétrico.
Tanto para el día como para la noche, los vestidos de chaleco salen en tweed blanco envuelto en rayas o bordados con sombrillas de lentejuelas, y en un tweed arenoso salpicado de lentejuelas. Otros se amarran como toallas alrededor del pecho y se sostienen con correas de conchas marinas. Las túnicas extra grande con escote redondo están abiertas en la parte posterior. En tweed menta o beige, en seda de arena dorada y aplastada, se abren para revelar un par de pantalones cortos a juego. Rayas de cabaña de playa aparecen sobre vestidos en capas en georgette con escaleras de encaje. Hay una fluidez diáfana en vestidos largos de chiffon estampados con sombrillas de dos tonos y en un traje de encaje. Parecidos a senderos de arena, un bordado de lentejuelas doradas dibuja delicados surcos en un traje de tweed blanco perlado, y en vestidos en georgette de crepé azul marino. La capa impermeable para las lluvias de verano se reinventa como un impermeable acampanado en encaje plastificado.
Karl Lagerfeld se divierte apropiándose de los vestidos de la cabina: ahora, las robe cabanes («vestidos de cabaña de playa») vienen en un plumetis multicolor rosa de tweed y ruchas
de encaje. Para la tarde reaparecen adornados con un origami de cintas de chiffon. El diseñador explota un caleidoscopio de sombrillas con lentejuelas sobre un vestido sin tirantes y un centelleo de palmeras con lentejuelas sobre un vestido de jaula de chiffon negro. Otro vestido está adornado con lazos y cintas de satin.
En los accesorios, CHANEL se divide en dos sílabas distintas. Se visten gorras de doble visera y
sombreros de ala ancha en paja con flecos, junto con capas de sautoirs, aretes y collares de cuentas, mientras que las pulseras de brazalete XXL se multiplican. La sensación de relajación se ve acentuada por las chancletas con un pequeño tacón de plexiglás o en una suela de corcho.
Los bolsos 11.12 están vestidos de tweed y trenza, o con bordado de sombrilla. El bolso BOY CHANEL ha vuelto como una alforja en cuero y emparches de tweed. Otros bolsos llamadas side packs se llevan en dúo, cruzadas sobre cada cadera introduciendo una nueva forma de uso. Los bolsos con solapa están en tejido de rizo o vienen con un asa de perlas XL. Los bolsos de playa grandes vienen en mezclilla y paja, mientras que los bolsos de red multicolor y los estuches de cámaras de cuero y mimbre completan la colección. Finalmente, las minaudières toman forma como conchas marinas o pequeñas pelotas de playa.
Para Primavera-Verano 2019, Karl Lagerfeld nos invita a vivir los meses de verano de la mañana a la noche, con total libertad y sofisticación. El desfile fue aplaudido por las embajadoras Vanessa Paradis, Pharrell Williams, Caroline de Maigret, Soo Joo Park, Nana Komatsu, Alessandra Mastronardi, Gwei Lun Mei y Jennie Kim, las cantantes Jorja Smith, Ibeyi y Clara Luciani, así como las actrices Mia Goth, Sylvia Hoeks, Sandra Ma y Jelly Lin.