Desde Paris, asistimos al desfile de la Maison Margiela.
Una atmósfera blanca, dio paso a una coleccion con aires militares y guerreros.
Las modelos con la cara lavada y sin rastro de cejas se dejaban enmarcar el rostro con toques de labiales. Una apariencia de cerquillos cortos y pelos sacudidos, armaron los personajes que Galliano tubo preparado para esta colección.
Entre verdes, camellos, guindas lilaseos, toques de celeste y una salsa de pedrería con tonos desordenados; mezcla de cuero, satines, transparencias, tejidos de punto y chompas. En conjunto formaron un ejercito de siluetas rectas con entonaciones en las cinturas, marcadas por anchos cinturones con hebillas tamaño XL, de las cuales se dejaban caer algunos vuelos y cortes mundo.
Una colección que se deja caracterizar por una diversidad de materiales y texturas que en conjunto forman lo que es la Maison Margiela
