El sistema digestivo es una máquina perfecta para la absorción de nutrientes y la evacuación de los residuos. Esto permite que nuestro organismo pueda obtener la energía para todas las funciones del cuerpo y las células.
Sin embargo, también es muy sensible y se puede ver afectado por diferentes malestares y enfermedades. En este sentido, el cáncer de colon es el tercer cáncer más común en el mundo según el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer
Los síntomas más comunes incluyen:
-Un cambio en los hábitos intestinales.
-Malestar abdominal persistente.
-Sangrado rectal.
-La debilidad o fatiga.
Por eso, para prevenirlo es necesario realizar análisis regulares de detección, tener de una dieta sana e implementar hábitos de vida saludable. Por ejemplo, en el Reino Unido alrededor del 54% de los casos se podrían evitar con esto.
El Continuous Update Project, un programa global de investigación sobre cómo la dieta que llevamos, nuestra alimentación, actividad psicológica y peso pueden afectar el riesgo de cáncer, llegó a la conclusión de que las siguientes circunstancias aumentan el riesgo de cáncer colorrectal:
– La ingesta excesiva de carne roja y procesada.
– El consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
– La grasa corporal.
– La grasa abdominal.
Por esto, se recomienda adquirir una serie de hábitos saludables para prevenir y cuidar la salud:
– Mantenerse activo.
– Mantener un peso saludable.
– Consumir al menos 3 porciones de granos enteros y productos de granos enteros (como el pan de trigo integral) todos los días.
– Comer frutas y verduras crudas.
Los granos enteros son nutritivos y fáciles de incorporar a las comidas diarias. Existen documentos que demuestran que estos poseen más fibra que otro alimento y ayudan reducir la posibilidad de desarrollar cáncer colorrectal.
Además, son impresionantes, ya que pueden reducir también el riesgo de enfermedades del corazón, la diabetes tipo dos, el sobrepeso y la obesidad.