Como constructora de imágenes en un mundo en el que se multiplican constantemente, Sandra Gamarra las recicla y reincorpora para indagar en sus orígenes y especular sobre su posible destino. En esta nueva exposición, utiliza el género de paisaje occidental “en el arte” para señalar de dónde procede, que lo caracteriza y cuáles son las repercusiones que ha tenido en nuestra relación con el entorno.
Continuando con la apropiación de imágenes y cuestionamiento del arte mediante la pintura, la artista utiliza el medio con el que se creó la idea de paisaje europeo con la intención de desvelar su supuesto realismo y de esta manera confrontarlo con la Naturaleza.
El Perú actual se exporta como un país de paisajes. Los instrumentaliza para comercializarlos turísticamente o usarlos como símbolos de poder y permanencia en los billetes y monedas, tarjetas de crédito, condecoraciones, etc.
Sandra Gamarra retoma el paisaje para cuestionar los elementos que lo conforman, señalar las consecuencias que tiene sobre nuestros modos de pensar y devolverle su perdida aura de falsedad. Desde este punto de vista, se pueden observar las deformaciones que infligen las imágenes en nuestro raciocinio cuando no son usadas con los fines para las que fueron creadas.