LOS SOLDADOS DEL AMOR

Conversamos con la artista Raura Oblitas sobre su reciente muestra “Soldados del amor”.

Por JUAN CARLOS LUNA, Fotos de RAFAEL NOLTE / 80m2 LIVIA BENAVIDES | 22 marzo, 2016

La galería 80m2 Livia Benavides inicia el año con la muestra “Soldados del amor” de Raura Oblitas, quien representa mediante diferentes instalaciones el sistema parametrado y limitante de los organismos de poder como la iglesia, cuarteles, colegios y las cárceles.

Para Raura estas instituciones oprimen de manera física y psicológica a través del espacio a los individuos, quienes inconscientemente terminan por convertirse en víctimas de la infraestructura, limitando así sus posibilidades de pensamiento y acción.

 

LSD: ¿Qué te inspiró para crear “Soldados del amor”?

R.O.: Parte de un proyecto que hice en  2015 en la residencia que gané en Nueva York “Sculpture Space”. Ya venía trabajando el tema educativo en relación a la violencia en mi proyecto anterior “Los textos”. En ese muestro el vínculo entre el origen de la guerra interna en el Perú y la educación.

Con “Soldados del amor” quise enlazar el tema educativo y la violencia en el Perú,  involucrando los dos temas dentro de una sociedad donde hay distintas instituciones que ejercen un control autoritario. Por ejemplo, trabajo el nexo entre escuela, iglesia y prisión como pretexto para poder generar un discurso que hable de autoritarismo y ejercicios de control tanto psicológicos como físicos sobre el individuo.

 

 

 

LSD: ¡Háblanos sobre el título de la muestra!

R.O.: Me quería referir al tema de la militarización y de las cosas parametradas, de  un individuo visto en serie. “Soldados del amor” es una especie de contradicción entre referirme a este mundo parametrado y autoritario donde todos somos iguales y ocupamos el mismo espacio, pero conceptualizándolo como algo distinto, que es el ciudadano que no tiene ningún ejercicio de poder real como lo tiene el Estado, la iglesia o incluso los profesores del colegio.

Sus luchas diarias no tienen nada que ver con el poder, tienen que ver con la familia, con salir adelante, a eso iba un poco lo del “amor” pero también la muestra tiene esta connotación religiosa de los seguidores de Cristo, que son los soldados del amor.

Entonces traté de jugar un poco con esa ambigüedad.

LSD: ¿Cómo ha evolucionado tu práctica artística con esta muestra?

R.O.; Bastante. A pesar de que mis obras tienen una marca y que tiendo usar siempre la instalación, trabajando mucho el tema del espacio. En esta muestra, casi nada es tan fácilmente identificable. Entonces creo que genera una lectura más cerrada. Es algo un poco más hermético y duro. He tratado de hacer lo mínimo por cada espacio, involucrar la relación entre el espectador y el espacio de una manera austera.

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LSD: Cuéntame sobre la influencia de la arquitectura en tus trabajos..

R.O.: Sí. Toda la vida, desde que terminé la universidad y llevo mis propios proyectos, he trabajado en base a libros que tenían mucho que ver con arquitectura o sobre la relación psicológica entre el individuo y el espacio.

En esta muestra por ejemplo, hago una primera instalación en la que reduzco una sala muy grande a un espacio mínimo, para que el espectador entre y sienta una cierta opresión.

Entonces me interesa la casa como significado, pero también como un espacio que se puede cambiar y distorsionar en función de la muestra.

LSD: ¿Cómo fue trabajar en un espacio como el de la galería (80m2 Livia Benavides se encuentra en una casona de principios de siglo XX en el malecón de Barranco)?

R.O.: Es un espacio muy difícil. La estructura de la casa es fuertísima, tiene una condición estructural que te genera un recorrido único, con cuartos de dimensiones muy específicas porque tiene cuartos muy pequeños con techos muy altos y genera un patrón que me interesó. Con esta secuencia de espacios iguales y mi idea de militarizar todas las piezas en este orden parametrado, la casa ha sido un punto de partida para el montaje.

Tiene una carga arquitectónica y de estilo muy fuerte, y mucha gente que entra habla de la casa. Entonces es muy importante. 

El artista que trabaja en este espacio tiene que enfrentarse al tema de la arquitectura que es algo que no te pasa necesariamente en otra galería, pero al mismo tiempo es un reto interesante. Hay que resolver el espacio.