Flores, color y frescura. Son sensaciones que no sueles ver en un desfile para la temporada de Otoño – Invierno pero fue la propuesta de ANA G para LIFWEEK OI-2015. Rompiendo esquemas, la modista Ana María Guiulfo trajo una colección que vibró con fuerza y feminismo y que, en ningún momento, dejó la elegancia de lado.
Lo protagonista, como suele serlo en los desfiles de Guiulfo, fue el tema floral. Flores grandes e importantes, que abarcaron casi todos los prints presentados y que llaman tanto la atención por su delicadeza en el trazo. Además de flores hubo muchísimo color: fucsia, azul, verde, rojo y turquesa nos recordaron la clásica alegría que ANA G transmite colección tras colección.
La inspiración fue Erminia, un personaje creado por Valerie Velasco que representa una mujer andina. Es por eso que también se incluyó mucho con temas cusqueños: faldas y blusas con bobos y abrigos de alpaca con aplicaciones tejidas – todo diseñado de tal manera que se mantuvo la modernidad de una chica urbana con mucha claridad. Además, al combinar texturas como sedas versus lana y tonalidades opacas con otras satinadas, la diseñadora añadió a la idea de juego, diversión y dinamismo.
En cuanto al diseño, se presentaron las clásicas faldas por encima de las rodillas y los vestidos bombachos súper girly y chic con diferentes largos y marcando la cintura de las modelos, muy parecidos a los de su colección anterior. Así como también túnicas y blusitas vaporosas, unas cuantas sueltas, pero la mayoría ajustadas a la cintura para crear un juego de volúmenes agregándole importancia a la parte superior del cuerpo femenino.
De la mano con Edward Venero (encargado de los accesorios), la colección, que si no fuese por los abrigos y chompas podría ser una de verano, logró cautivar a la chica moderna pero soñadora. Está dirigida a aquella que busca resaltar su personalidad femenina, mantener la elegancia y avivar cualquier situación con su presencia.