Un instinto ecléctico. Personalidad, la convergencia de signos. Una aproximación ligera. Para la colección Primavera Verano 2016 de Salvatore Ferragamo, Massimiliano Giornetti desarrolló un concepto de ritmos que chocan enfrentados. Le dió forma a un estilo enfocado en desbalance refinado y diseñado con combinaciones ideosincráticas y gestos individuales.
Gráficas agudas y materiales lujosos complementan geometrías abstractas y texturas orgánicas, donde aplomo y calma se mezclan un una sinfonía de eclectisismo perfectamente balanceada.
Las líneas, bien recortadas pero sin restricciones subrayan las superficies dinámicas resaltadas por rayas, inserciones y pinstripes, que crean sendas multisensoriales. Pantalones de cintura alta con bastas afiladas, sacos cortos e impermeables con perfiles definidos enriquecen el vestuario del día a día con una precisión que, a propósito, está desalineada.
Trajes de lana con rayas acentuadas gracias a costuras llamativas son emparejados con camisas de algodón o Seersucker presentan rayas amplias. Entre otros smateriales aparecieron cuero y raffia acompañados de bordados y parches. Los melosos colores crean un paleta que mezcla disonancias en una armonía rítmica: marron, khaki, ocre y beige con toques de turquesa, rosa y verde cactus; el negro es el hilo conector que incorpora y modera la paleta.
En el backstage, el diseñador comentó: “Cool es una palabra que no me gusta, pero no he encontrado otra definición todavía”.
Las prendas de Giornetti parecían curadas artísticamente. La estética general que transmitió la pasarela fue el resultado de una combinación instintiva de diferentes factores para enfatizar una actitud iluminada y despreocupada.