TODO SOBRE MÓNICA

Conversamos con la diseñadora de joyería Mónica Sordo sobre su desarrollo en el mundo de la moda, su estado de apertura a las posibilidades y opiniones, y sobre la actitud de nunca rendirse, que la acompaña siempre.

Por Nicole Balansky, Fotos de Lima Social Diary | 23 noviembre, 2015

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Mónica Sordo es una mujer internacional. Nacida en Venezuela, vive en Nueva York y viene a Lima por lo menos dos veces al año para supervisar la producción de su línea de joyería, que se da al 90% en Perú. En esta ocasión, tuvimos el gusto de conversar con ella sobre su desarrollo en el mundo de la moda, estar abierto a las posibilidades, no rendirse nunca e intercambiar opiniones.

Poco a poco, su diferenciada joyería se está abriendo paso alrededor del mundo. En mayo de este año se lanzó la marca en Dubai, en Harvey Nichols y en e2016 entrará al mercado limeño. Este es un paso lógico para la diseñadora, quien trabaja de la mano con sus artesanos en Perú y viene seguido para hacer juntos las pruebas hasta que todo queda claro y listo para arrancar la producción.

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Lima Social Diary: Eres una mujer internacional, cuéntanos un poco de ti y cómo empezaste.

Mónica Sordo: Soy venezolana, nací y crecí en Venezuela pero me fui a Italia en el 2001 para estudiar en Marangoni Fashion Styling. Luego hice Fashion Merchandising en el IED Madrid y terminé dando clases ahí, los workshops de styling. Durante esa época estaba trabajando como Editora de Moda de Marie Claire; entré a los 23 como becaria, en el almacén donde llegaba toda la ropa y a los 24 ya fui Editora. Después trabajé para el grupo El País. O sea, que mi background siempre ha sido moda.

En el 2009 me fui a Nueva York para seguir con mi sueño de ser Editora de Moda, pero las cosas dieron un giro interesante y empecé a trabajar en las oficinas de Christian Louboutin, en el departamento de Relaciones Públicas, que, obviamente, no era lo mío, pero fue una de las cosas que me dio el último empujón para decidir empezar mi propia empresa.

Ahí aprendí muchísimo de Relaciones Públicas, lo que me ha servido para mi empresa porque yo misma llevo mis relaciones públicas personalmente. Fue como un sexto sentido empezar con las joyas, por lo que me fui un año a Venezuela desarrollarlo y ya en el 2012 entré a mi primera tienda, Five Stories en NY.

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LSD: ¿Qué pasó que cambiaste tus deseo de ser Editora para dedicarte a las joyas?

MS: Obligada. No mentira. Lo de Editora siempre fue algo que me gustó -y esto es un consejo que se lo doy a mucha gente joven que me pregunta: sabés cómo es cuando uno está obsesionado con que quieres hacer algo. Y a mí se me había metido en la cabeza que quería ser editora de moda. Y resultó ser que no era realmente lo que me deparaba el destino. Uno se va descubriendo a sí mismo. El mundo de la moda, igual que cualquier otro campo, es muy amplio, entonces, al final descubrí una pasión  y un lenguaje haciendo joyas que no sabía que lo tenía. Por eso te digo, fue como un sexto sentido. Mi ex es joyero, mi mama, desde que se retiró, es orfebre también. Siempre estuve rodeada del mundo de las joyas pero nunca le hice mucho caso. Hasta que un día dije ‘wow, ¿y qué pasa si empiezo a hacer esto? Son cosas natas, que están dentro de ti y buscas una forma de expresarlas.

No fue planeado pero ya tenía cierta noción del tema. Es que nosotros siempre tuvimos un taller industrial en mi casa. El hobbie de mi papá siempre fue construir, crear, trabajaba mucho con metales y con madera, haciendo desde muebles hasta cualquier cosa que te puedas imaginar. Soy hija única por lo que pasaba mucho tiempo con mi papá en el taller. Desde muy chiquita estuve rodeada de máquinas y metales. Por eso el look tan industrial de mis piezas.

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LSD: ¿Cómo es tu proceso de diseño y de donde obtienes tus referencias e inspiración?

MS: Siempre busco un mix interesante. Tengo referencias Art Deco, que me encanta y es mi eje principal, y roza la línea con lo étnico -los chokers pueden ser africanos como pueden ser peruanos. La gente me pregunta si tengo inspiración Inca. Siempre es chévere ver como cada quién interpreta de una forma diferente.

La colección nueva, en particular, se llama Daphnis Croisette Anuket y fue inspirada en los trabajos de Pierre Legrain y Rose Adler, diseñadores gráficos de los años 1920’s. Ellos encuadernaban libros con diferentes materiales y con cada cobertor reinterpretaban los contenidos de los libros. Alucinante. Además, siempre voy descubriendo cosas. Viviendo en una ciudad como Nueva York, encuentras inspiración en cada esquina. La arquitectura, el Art Deco y los skylines —se van dibujando en el cielo cambiando durante el día, dependiendo de la luz se forman diferente.

En cuanto al proceso, es complejo y bastante personal. Yo siento que estoy diseñando 24 horas al día. Siempre estoy desarrollando piezas en mi cabeza, luego las plasmo en papel. La misma pieza la puedo dibujar hasta 50 veces. Empiezo en chiquito, dibujos muy pequeños, informales, que van evolucionando hasta que ya lo tengo claro y empiezo a hacer dibujos más técnicos. Crear es un proceso que nunca acaba. Pero tienes que saber cuando parar, si no, este mismo collar (producto terminado y en producción) puede seguir evolucionando y puedo seguir encontrando cambios. No tengo una fórmula exacta, no soy metódica, aunque parezca mentira, pues mi producto final es super particular, espécifico y geométrico. Sí dibujo todos los días hasta hacer click con una idea. Generalmente diseño la colección en base a esa primera pieza con la que me conecté.

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LSD: ¿Cuáles obstáculos debes enfrentar en este proceso?

MS: Siempre tengo en cuenta que estoy trabajando con metal, y por más experiencia que tengas, nunca sabes como va a reaccionar. En prueba de producción, la pieza puede mutar varias veces más. Mis joyeros a veces me dicen que una pieza es imposible de hacer. Entonces mi papá y yo desarrollamos juntos ese trabajo de ingeniería que puede tomar meses. En el taller de mi papá aprendí que todo es posible, solo es cuestión de seguir pensando y de seguir dándole vueltas. Insistir y nunca rendirse, así salen las cosas y eso me da aliento para la próxima vez que pienso en una joya más complicada. Desde afuera, suena todo muy glam, pero la parte de la producción es muy dura.

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LSD: Han llamado a tus piezas ‘wearable art’, ¿lo moda puede ser arte?

MS: Yo creo que sí, que mis joyas pueden ser arte. Para mí más allá de la moda, lo que he conseguido a través de las joyas es un lenguaje personal. Y sí, considero a un diseñador un artista, somos capaces de expresar y transmitir algo mediante una obra de arte que te puedes poner. Así, más allá de las inpiraciones que puedas tener, es algo más profundo y personal. Con mis piezas, por ejemplo, logro transmitir poder. Y el poder no viene de la inspiración Art Deco, viene de quién soy yo, de cómo están hechas las piezas, de mi pasado, de mis viajes y de todas mis vivencias. Poder transmitirle todo eso a alguien a través de una pieza que hice yo con mis manos, lo considero un arte. Quizás puede ser considerado frívolo por ser un accesorio.

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LSD: Una pintura podría ser considerada un accesorio para la casa. Lo importante está en la emoción que transmite, como dijiste antes, la riqueza de la interpretación que le da cada uno, ¿estás de acuerdo?

MS: Cuando tu compras un cuadro es porque te despierta alguna emoción. Si a través de lo que tu haces, logras transmitir emociones, para mi eso es, definitivamente, arte. A mí hay ropa que me transmite emociones y ropa que no. Un desfile de Prada me habla muchísimo y me parece súper artístico, desde sus puestas en escena hasta sus colaboraciones con artistas. Sin embargo, también hay las cosas que son más funcionales como los jeans, que no son arte. Creo que dentro de el mundo de la moda sí hay cosas que se pueden considerar arte, es relativo.

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LSD: ¿Cuál es tu relación con la moda y cómo definirías tu estilo?

MS: Soy muy funcional, aunque parezca mentira. Soy muy tomboy. Eso es lo que más me define, mezclar unos pumps super femeninos con una camisa muy masculina. Diría un tomboy chic con contrastes muy definidos: blanco y negro, femenino y masculino. No uso muchos colores, a menos que sea en accesorios, me encanta llevar accesorios coloridos.

Mi básico preferido es una camisa masculina. Admiro a Miuccia Prada, ella es mi ícono de la moda ¯por lo que han logrado con una empresa familiar que empezó haciendo marroquinería y por la creatividad inagotable de esa mujer. Entre mis marcas favoritas está Prada, obviamente, Bouguessa y Acne Studios.

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LSD: ¿Cuál es la pieza básica de joyería que toda mujer debe tener?

MS: Un choker. La gargantilla, sin duda alguna, es una pieza que empodera. Es el complemento ideal para llevar desde un look muy casual, todo denim por ejemplo, o para llevarla a un cóctel. Eleva el look. Además, está muy en tendencia hoy en día y si no es muy grande, puedes combinarla con más accesorios.

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LSD: ¿Qué te ha llamado la atención del diseño peruano?

MS: Me fascinan las piezas de Gonzalo Palma. Me encantó Ani Alvarez Calderón, Ayni, Escudo y Sopa Ropa. Desde hace tres años que vengo seguido a Lima y me gusta mucho como cada vez están pasando cosas más interesantes. Veo que el Perú está en pleno auge y eso es muy bonito, me alegran las nuevas tiendas, galerías, fiestas.